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Los combustibles 100% renovables representan una solución viable para la descarbonización del transporte, pues se generan a partir de residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado y las cáscaras de frutos secos, otorgándoles una nueva vida y utilidad.

Estos combustibles tienen la capacidad de aminorar significativamente las emisiones de CO2 en comparación con los combustibles fósiles. Esto se debe a que, durante su ciclo de vida, estos residuos orgánicos absorben una cantidad de CO2 equivalente a la que se libera al ser utilizados en vehículos, contribuyendo así a un balance neutro de carbono.

Los combustibles 100% renovables son totalmente compatibles con los motores de combustión interna que ya se encuentran en circulación, lo que significa que no se requieren modificaciones técnicas en los vehículos. Además, se pueden integrar fácilmente a la infraestructura existente de almacenamiento, distribución y abastecimiento, lo que facilita su adopción en el mercado.

Nos destacamos como líderes en innovación y sostenibilidad en el sector de los hidrocarburos y el petróleo. Con una sólida trayectoria de excelencia y compromiso, nos enfocamos en la producción y distribución de combustibles de alta calidad, diseñados para optimizar el rendimiento y reducir el impacto ambiental.

Nuestra misión es ser referentes en la transición hacia un futuro energético más limpio y eficiente, integrando tecnología avanzada con prácticas responsables. Estamos comprometidos con el medio ambiente y la responsabilidad social, trabajando de manera constante para ofrecer soluciones energéticas que promuevan el progreso y respeten nuestro planeta.

Estos combustibles tienen nombres específicos para que los consumidores puedan identificar fácilmente el tipo que buscan o comparar los precios de manera rápida. Además de estos combustibles convencionales, los automóviles eléctricos y de hidrógeno están siendo cada vez más populares, y generalmente cuentan con estaciones de carga exclusivas.

Los vehículos pueden operar utilizando gas, gasolina o gasóleo, los cuales se ofrecen en diversas calidades en las estaciones de servicio.

La gasolina se reconoce comúnmente por la sigla PB (debido a su origen de plomo, aunque la gasolina actual es sin plomo), seguida de un número que indica el octanaje, como PB 95 o PB 98, que señala su capacidad de combustión eficiente.

El término «diésel» se refiere tanto al tipo de motor como al combustible gasóleo. En las estaciones de servicio, se presenta con la abreviatura ON. Es habitual ver en los letreros de precios o en los surtidores información sobre el tipo de gasóleo, así como la etiqueta BIO para los combustibles que contienen biodiésel.

El gas licuado de petróleo (GLP) se indica en las gasolineras con la abreviatura GLP. Por otro lado, el gas natural, que se encuentra en estaciones especializadas, utiliza las abreviaciones GNC (gas natural comprimido) y GNL (gas natural licuado). Con esta información, puedes elegir tu combustible sin confusiones.